HUESOS DE BARRO, Ejea de los Caballeros, 19 de agosto 2011
Era la primera vez que veía a Huesos de Barro en directo, y lo sentí. Lo sentí mucho porque llevan un porrón de tiempo dándole duro y lo hacen bien, realmente bien. Tan bien que los tres cuartos de hora que tocaron en la Carpa Interpeñas de Ejea de los Caballeros me supieron a poco. Huesos de Barro transpiran heavy metal, y lo transmiten tal cómo lo sienten. Duro y lleno de energía. Y la respuesta del público estuvo clara: a los incondicionales de las primeras filas se les fue uniendo público, animados por sus canciones y por el show sobre el escenario que montan sus componentes, que hacen recordar a los conciertos de antes.
La introducción no dejó lugar a dudas. Con un sonido inmejorable, las guitarras sonaban a tope y alargaban las notas al más puro estilo clásico, cuando emergió el vocalista Poncho con una mitra papal blanca, lo que nos aventuraba que habían salido para hacernos pasar un buen rato. Con todos miembros ya en escena, descargaron Azufre y sal, un buen tema de inicio, rápido y potente, con el que pusieron a botar al personal. La empalmaron con Tres de octubre, otra canción cañera que dejaba claro qué es lo suyo. Desde el primer momento los músicos se sintieron cómodos, cada uno cómodo en su papel. Carmelo y Caraballo son dos guitarristas excelentes, y muy diferentes sobre el escenario. Al primero le gusta moverse y provocar a sus compañeros, y tiene bien estudiadas las poses del género, con un pie sobre el amplificador y envuelto en negro; Caraballo tiene una pose más provocativa ante el público, más rockera: no se mueve tanto como sus compañeros, está más fijo, cigarro en boca y sin camiseta. Tras las dos canciones de inicio, la banda se presentó ante su público, y arrancaron con La tempestad del olvido, un tema por supuesto rapidísimo, que desde su inicio con la batería me recordó al Painkiller de Judas Priest. Ramis demostró durante todo el concierto ser un seguro con las baquetas, y con esta canción sonó potentísimo. En este momento llegaron los medios tiempos. Y digo medios tiempos porque Huesos de Barro no son una banda amiga de baladas. Lo suyo es el heavy metal, puro y duro. En Vientre de arena Poncho se colgó su guitarra, pero no dejó de moverse y animar al público, algo de lo que se mostró un especialista. Con su aire a Johnny Deep, desde el primer momento demostró ser un auténtico showman, además de un buen cantante. Tu vida es un fraude, la que más me gustó, es más cañera que la anterior, y me suena mucho a los primeros Metallica, sobre todo el final con Carmelo y Murillo tocando al más puro estilo de los de San Francisco. Fue el único momento que estuvo parado Murillo. De la escuela de Steve Harris, el bajista no paró de correr, saltar y animar al público sin perder el ritmo ni una sola vez.
Buena cronica jeejjejejeje… y muy acertados los comentarios y las descripciones. Fue una buena noche…. Por cierto, ¿eres quien pienso, no? ya me agregaras por tuenti o face o me dejas un comentario en mi pagina y hablamos…….
A mí me gustaron mucho. He visto tu blog, me ha molado también mucho… ¡pero no sé quién eres! No he visto tu nombre en el blog…
Si tienes dudas de quién soy http://elladooscurodelaluna.com/acerca-de/
Creo que ya sé quién eres. ¿Miguel Sarria? ¿He acertado?
si!!! soy yo! me alegra mucho saber de ti!!!!! siento haber tardado en contestar, a ver si tengo un ratito para echarle un ojo a los comentarios xo ando bastante liado, ademas son fiestas de ejea… imagina……..
si eso agregame en msn/tuenti/face miguelsk82@hotmail.com que lo miro mas amenudo que el correo del blog q solo lo miro cuando voy a publicar!!!
un saludo!!!