
ANGELUS APATRIDA, Zaragoza, 14 de octubre 2011
Nunca pensé que un concierto de La Oreja de Van Gogh condicionaría algún aspecto de mi vida. En Interpeñas hay varias carpas de conciertos. Una de ellas es la Carpa Rock, donde nos ocupa. Cada noche, hay uno (o dos) shows en la Carpa Principal, y son el único espectáculo hasta eso de la medianoche, que empiezan las del resto. En esta ocasión fue un regalo: el concierto de los donostiarras hizo que el Festival Heavy de la Carpa Rock tuviera los soñados horarios de antaño. Un concierto de rock no debería empezar a la hora de cenar. Nunca ha estado nunca reñido con el día, pero el color de la indumentaria rockera casa más con el reflejo de la Luna.
Abrieron el festival Atland, que ofrecieron un correcto show de power metal, con el cantante Chusé Miguel trajeado al estilo de David Coverdale. Mientras los zaragozanos descargaban sus temas, y alguna versión de Scorpions y Iron Maiden, se sucedió uno de los momentazos de la noche, con los hermanos Izquierdo, Guillermo y José, de Angelus Apatrida firmando autógrafos y haciéndose fotos con los fans en el puesto de merchandising. Son la banda más prometedora de Europa, y siguen siendo cercanos y accesibles, algo que les honra, y que les hará aún más grandes si siguen dando este trato a sus seguidores.

Los segovianos Lujuria pusieron la nota festiva en Interpeñas, con su heavy hecho para divertir al público. Oscar Sancho demostró que es uno de los frontmen más carismáticos del país, y fue el aperitivo ideal para la que se nos venía encima. El discurso en pro del metal del cantante dejó a tono al público, que esperaba a los que ya son sus ídolos. Angelus Apatrida fueron recibidos con una ovación tremenda, y apenas se advertía la sintonía de la serie Cosas de casa, intro que dio paso a uno de los recitales más duros que ha visto la capital aragonesa. Los de Albacete llegaron a traspasar la velocidad de la luz en varias ocasiones. Hereditary Genius, Of men and tyrans y Free your soul golpearon sin un solo instante de descanso, hasta que Guillermo, que lucía un cachirulo de fiestas, se dirigió al público, y volvió a rugir a unísono. Canciones de sus tres álbumes iban sonando sin respiro. The calm, Corruption, Legally Brainwashed, Never forget… ya son todos clásicos. Los manchegos, pese a su juventud, ya están curtidos en mil batallas. Llevan 150 conciertos en dos años por toda Europa, y en Zaragoza encaraban la recta final de la gira de Clockwork (2010). Lo suyo no es casual. Suenan como una ametralladora bien engrasada: fuerte, veloz y con una ejecución precisa y automática, infalible en distancias cortas. Temas como Never Forget, Clockwork, Give ‘Em War y, sobre todo, Blast off, son irresistibles desde las primeras filas, que no cesaron de cantar, cabecear y bailar en círculo, animados por el cuarteto. También regalaron una cover a los más clásicos, el Caught In A Mosh, de Anthrax.
También te puede interesar:
The Call. La llamada de Angelus Apatrida
La crónica del concierto de Angelus Apatrida es además parte de otro post que estoy preparando sobre un Día Trash en Zaragoza. Todo llegará.
Buena crónica. Me vienen buenísimos recuerdos del viernes. ¡Qué puntazo lo del cachirulo!
Y yo… jartándome de cerveza dos carpas más alla… Debería haber leído el programa de Interpeñas.
buena cronica tomas,a mi tambien me llegan recuerdos del viernes,solo espero volver a repetir pronto.el 2 de diciembre hay concierto de evernight en la sala arena,si os quereis apuntar ya sabeis donde estoy.
Te avisaré cuando baje a algún concierto, Mariano. Lujuria también dijeron que tocarían en Noviembre en Arena. No me importaría ir.
Mañana en Barcelona, a muerte con Angelus Apatrida!!!
Jeje. Yo repetí en barcelona 2 meses después con Àlex…