
UNISONIC, Unisonic. Ear Music (2012).
Puntuación: 8/10
Mucho se hablado de Unisonic, y no es para menos. Kai Hansen (Gamma Ray, ex-Helloween) y Michael Kiske (ex-Helloween) juntos de nuevo. La última vez fue en 1988, cuando compusieron dos de los álbumes más importantes del heavy metal, como fueron las dos partes de The Keeper of the Seven Keys (1987 y 1988). Es injusto hablar sólo de ellos, ya que el resto de componentes no desmerecen en absoluto, pero es lógico que sean el guitarrista y el cantante los que acaparen los flashes. Pues bien, el supergrupo alemán debuta con un discazo, que (ojo) poco o nada recuerda a lo que habían hecho en el pasado.
Ya conocíamos Unisonic, el tema que abre el disco de mismo nombre. Hansen y el bajista Dennis Ward (ex-Pink Crean 69) han creado un himno. Un himno que además sí suena al grupo de la calabaza, con esa melodía tan pegadiza y un estribillo tan directo y coreable. Pero esta y Souls Alive son el único parecido al power metal del álbum, más cercano al hard rock, con bastantes medios tiempos y pocos dobles bombos. Souls Alive también la conocíamos del EP de adelanto Ignition (2012). Una canción de Mandy Meyer (ex-Asia, ex-Gotthard) con buen estribillo, muy melódica. Lo cierto es que la melodía es la gran protagonista del disco, con un Kiske en un estado vocal envidiable, por el que no parecen pasar los años, y pese una inactividad tan prolongada. A este retraimiento y desperdicio de talento parece referirse Hansen en el tema que sigue, Never too late, otro de los grandes momentos del disco, con ese sonido suyo tan inconfundible. I’ve Tried es un tema con un comienzo brillante, que termina para lucimiento del cantante, con esa voz tan limpia como poderosa, que ni flaquea ni suena forzada cuando sube los tonos. No abusa de ellos, intencionadamente a buen seguro, pues ya habían anunciado que no iban a mirar al pasado. Star Rider es uno de los más flojos, pero puede funcionar mejor en acústico, como demostraron en sus presentaciones por las radios españolas en febrero. Sin embargo, Never Change Me desentona bastante con el conjunto. Es un tema muy (pero muy) cercano al pop, con el típico riff a lo Every Breath You Take, de The Police (siempre suenan así), en el que hasta la letra es ñoña. En absoluto es mala, pero no pega. Se redimen con Renegade, otra buena canción de Ward, y My Sanctuary, de la dupla Hansen/Ward, que también conocíamos del EP y que es sin duda otra de las mejores de Unisonic, muy rockera y que será muy fácil de cantar para el público. King For A Day es otro buen medio tiempo de Hansen, con el cantante moviéndose en distintos tonos. Otro de los grandes momentos es We Rise, lo que demuestra lo bien que se entienden el bajista con el líder de Gamma Ray. Muy buena. Kiske firma el último tema del disco, No One Ever Sees Me, una bonita balada, aunque algo larga y una pizca pomposa, pero digna.
Vídeo. Unisonic, Unisonic (Unisonic, 2012)
La incorporación de Kai Hansen a Unisonic fue sin duda uno de los acontecimientos más importantes de 2011 en el mundo del rock, y había muchas esperanzas puestas en este disco honónimo. Lo cierto es que les hubiera valido con algo pasable y tocar los clásicos de Helloween en sus conciertos. Pero Unisonic es una banda con presente y futuro, y para ello necesitaba un álbum así, con buenas canciones que lo sostengan. Los músicos ya sabíamos que son de lo mejor que ha dado Alemania. Ahora ya sabemos que se entienden y que están llamados a darnos muchas alegrías de aquí en adelante. Porque lo que venga probablemente será aún mejor.
Parece que opinamos bastante parecido al disco. De segundas me gustó más que de primeras, buenas melodías y sobre todo un estado vocal, como bien dices, espectacular. ¡A ver si nos vemos el sábado!
Joder, canta igual que cuando tenía 17 años en los Keeper. ¡Supongo que nos veremos, pues!
Amigo, buen «review», pero por lo visto no estaba en el álbum que escuchaste el bonus track «Over the rainbow» es una balada fabulosa, que nadie de los que la ha escuchado puede entender por qué la dejaron como un «bonus track» si es simplemente genial con unos gritos o tonos altos de Kiske al final del tema que te ponen la piel de gallina, es simplemente una joyita, la gran balada que le hacía falta al disco, una de mis favoritas sin duda.
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Pues no sé por qué no salía, la verdad, es muy buena. Me di cuenta tarde de que existía una edición limitada… yo pensaba que con el Vinilo+CD era suficiente, jejeje. La deberían haber metido al menos en el vinilo, pero bueno, ya me he hecho con ella. Gracias por el apunte y por pasarte. Un abrazo.